martes, 15 de abril de 2014

En Cuba: Amores de a dólar


Tengo un vecino en Miami, a quien le llaman Escabeche, que es primo de Pancho el Cojo, uno que fue chivaton y comunista en Cuba. Mi vecino esta ahora divorciado de una buena mujer, trabajadora, enamorada del novio que conoció mientras el vecino desaparecía en viajes de regreso a Cuba. Con excusas de visitas familiares, no le prestaba atención a la mujer hasta que esta se canso. Pero esta historia que hoy les traigo no es sobre la mujer, es sobre mi vecino Escabeche, de sus amores en Cuba, de sus viajes de regreso, de su necesidad de sexo con chicas jóvenes que mas bien parecen sus hijas o su nietas.
Mi vecino vive de un cheque que recibe del gobierno por problemas de salud, un “desabilitado” mas entre tantos. Aunque cuentan malas lenguas que viven alrededor, que se lo dan por que tiene la cara tan dura que no puede trabajar. No lo pongo en duda, aunque creo que Escabeche también tiene problemas grabados en la memoria desde niño. En uno de sus fetecunes en que se paso de copas, escuche que le contaba a su primo Pancho el Cojo como a los 16 años fue abusado sexualmente por un comunista disfrazado de maestro que se parecía al segundo Dictador.
Mi vecino se cree un Don Juan, se pasa viajando a Cuba los días terceros de cada mes en busca de amores nuevos que compra con los dolares que le paga el gobierno americano por el desability, es decir por estar tan enfermo que no puede trabajar. Les contare que en el undécimo viaje se enamoro perdidamente de una chica que lo volvió medio loco con sus encantos y con promesas de serle fiel hasta que la muerte los separe. Mi vecino le contó que el era rico en Miami, que tenia dos cadenas de oro 14 quilates, un carro deportivo nuevo, con GPS integrado y radio satelital. Le prometió que ella seria la reina de un carnaval de mentiras, y que nunca tendría que trabajar.
De regreso en Miami lleno un montón de papeles para una visa de novios con fines de matrimonio. En el nuevo argot de cubano contaba sus proezas, de como logro " desmayar" a la chamaca, que ella estaba "escapa", de que estaba "muerta" con el, de como "se le fue la guagua" cuando lo conoció. Así siguieron los viajes donde creció el amor con ahorros de hambre de una comida al día, pero con maletas llenas de baratijas que llevaba a sus regresos como regalos para impresionar a los suegros que lo veían como un nuevo tipo de Santa Claus caribeño. Bien se sabe que en Cuba, la pacotilla compra las conciencias.
Un día me sorprendió la noticia de llegada de la nueva esposa de solo 18 abriles y que venia enamorada en un vuelo desde Cuba a las 10 de la mañana. Me invitaron a la fiesta de celebración. Escabeche explico que estaba prohibido hablar de edad, por que la diferencia de 40 años de la que muchos hablaban a el no le preocupaba por que se sentía tan joven como su amada.
Como a las 6 de la tarde comenzó a llegar la gente, la muchacha resulto tan joven como se esperaba. Incomodo con el ambiente decidí retirarme. Sin embargo cuando iba saliendo apareció un primo de la recién llegada que Escabeche no conocía, la saludo con un lenguaje de Cuba que yo no tenia idea se hablaba en estos momentos, le dio un efusivo abrazo que daba mucho que hablar y para contarse chismes de familia, le pidió permiso al esposo para salir con su esposa al súper que esta en la esquina a comprar una cerveza. Parece que la chica es de numerosa familia, por que el chisme era tan grande que ya nunca regreso.
Esto lo escribo una semana después, mi vecino se lamenta, cree que quizás la raptaron, que el papel que recibió mandado por un fiscal con reclamo de divorcio lo inventaron dos balseros que quieren burlarse de el. No acaba de comprender que sus dotes de Don Juan no compiten con la juventud del hombre nuevo, de esos de la Generación Y, con nombre que comienza con Y griega y fue a la escuela de la vida junto a la jinetera que le juro ser fiel.
Sin embargo mi vecino no aprende, ya esta planeando otro viaje, con su primo que esta ves le prometió presentarle a otra "jevita" aun mas joven, de solo 17 primaveras y que ya anda buscando a quien querer, claro esta, siempre a cambio de unos dolares.
Pues nada, que bien dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra.

3 comentarios:

  1. esta historia la e visto una pila de veces en cuba, por lo cual recomiendo a los hombres que vayan a cuba no se enamoren todo es un engaño son buenas artistas de la mentira y el engaño son bien definidas como jinetras y como tal hay que tratarlas no las saquen de cuba ni mucho menos se casen todas tienen algún amante(chulo) que les rompió el culo en Miami que luego las reclama y las pone a talonearyo e visto a los Italianos que las tratan como se merecen como perras

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    1. Cuida tus palabras con las mujeres !!No valla a ser que piensen mal de ti !!!

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  2. Tienes que aprender a tratar a las mujeres !!1No las trates de Perras de ellas nacimos .Cada uno es victima de su propia trampa el va con la pacotilla buscando sexo que puede obtener a cambio amor de pacotilla !!!!!

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