Me parece que los fuegos artificiales que llevo la flotilla representan un símbolo de esperanza y de libertad. Me parece que para muchos en Cuba la imagen del exilio de Miami esta muy deteriorada. Son muchos los que creen en Cuba que la gente en Miami son una mafia de viejos batistianos que solo hablan. La flotilla, les demostró que hay mucho mas que eso, que son gente decidida a levantarse de su sofá frente a la tv, salir de casa, organizarse, cumplir tramites burocráticos, montarse en un barco y llegar muy cerca de Cuba, tanto que ellos mismos pudieron ver los fuegos artificiales.
En Cuba ellos no vieron a la flotilla, pero sintieron su presencia, vieron los fuegos artificiales y supieron que esa gente estaba allí, muy cerca, que esos fuegos vinieron de EE.UU un país que representa la libertad, la prosperidad y la esperanza. El lugar donde muchos suenan en irse a vivir esta ves casi llega hasta ellos. Ese día vieron la libertad de cerca, vieron que es real, que no es un cuento, que son mas que palabras.
Quizás eso les haga reflexionar y se den cuenta que los Castro ya no son ni la sombra de lo que fueron, que son un par de vejestorios de mas de 80 anos que apenas se pueden mantener en pie y gobernar sus propios cuerpos, mucho menos deben ser quienes gobiernen el país.
Raúl Castro que es mas bien una caricatura de comandante, quiere después de mas de medio siglo de fracasos volver a comenzar a probar nuevas medidas. A ensayar que efecto surten pequeñas libertades. Acaban de aprobar como gran cosa que los trabajadores por cuenta propia puedan publicar el teléfono de sus negocios en la guía telefónica, por primera ves en la historia del castrato. Ahora la peluquera o el vendedor de fritas podrá poner un anuncio publicitario hasta de una pagina completa. A estas alturas despues de prohibir todo durante 50 anos, quieren comenzar a dar las mismas libertades que ellos mismos quitaron pero de a poquito. Dosificadas y a cuentagotas. Y nada sera gratis, 10 CUC el anuncio mas pequeño.
Ahora ya es muy tarde, ya no nos conformamos con el ensayo de pequeñas libertades, teléfonos celulares y acceso a los hoteles. Hoy lo queremos todo, hoy debemos exigir no menos que la salida de los Castro del poder y el fin del socialismo en Cuba, no debemos conformarnos ni un átomo menos.
En Cuba ellos no vieron a la flotilla, pero sintieron su presencia, vieron los fuegos artificiales y supieron que esa gente estaba allí, muy cerca, que esos fuegos vinieron de EE.UU un país que representa la libertad, la prosperidad y la esperanza. El lugar donde muchos suenan en irse a vivir esta ves casi llega hasta ellos. Ese día vieron la libertad de cerca, vieron que es real, que no es un cuento, que son mas que palabras.
Quizás eso les haga reflexionar y se den cuenta que los Castro ya no son ni la sombra de lo que fueron, que son un par de vejestorios de mas de 80 anos que apenas se pueden mantener en pie y gobernar sus propios cuerpos, mucho menos deben ser quienes gobiernen el país.
Raúl Castro que es mas bien una caricatura de comandante, quiere después de mas de medio siglo de fracasos volver a comenzar a probar nuevas medidas. A ensayar que efecto surten pequeñas libertades. Acaban de aprobar como gran cosa que los trabajadores por cuenta propia puedan publicar el teléfono de sus negocios en la guía telefónica, por primera ves en la historia del castrato. Ahora la peluquera o el vendedor de fritas podrá poner un anuncio publicitario hasta de una pagina completa. A estas alturas despues de prohibir todo durante 50 anos, quieren comenzar a dar las mismas libertades que ellos mismos quitaron pero de a poquito. Dosificadas y a cuentagotas. Y nada sera gratis, 10 CUC el anuncio mas pequeño.
Ahora ya es muy tarde, ya no nos conformamos con el ensayo de pequeñas libertades, teléfonos celulares y acceso a los hoteles. Hoy lo queremos todo, hoy debemos exigir no menos que la salida de los Castro del poder y el fin del socialismo en Cuba, no debemos conformarnos ni un átomo menos.
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