sábado, 24 de septiembre de 2011

La envidia y los enemigos

A menudo me encuentro en el ciberespacio con personajes que odian a los cubanos. Mayormente son centroamericanos y algunos suramericanos. Imagino que algunos hayan pasado por una experiencia desagradable con algún cubano, y los demás, quizá la mayoría creo que nos envidia.
Mi primera reacción cuando alguien habla mal de los cubanos en general es molestarme, sin embargo recuerdo las palabras de Marti:
“Dicen que triste cosa es no tener amigos, pero más triste es no tener enemigos. Porque quien enemigos no tenga,es señal de que no tiene, ni talento que haga sombra, ni bienes que se le codicien, ni carácter que impresione, ni valor temido, ni honra de la que se murmure, ni ninguna cosa buena que se le envidie”.
A menudo personas de otras nacionalidades nos envidian la facilidad que nos da el gobierno americano para legalizarnos en este país, en ocasiones envidian nuestro bienestar económico, nuestra actitud decidida y nuestro orgullo de ser cubanos. Pues que mal por ellos, su envidia no hace mas que engrandecernos. No creo que los cubanos seamos mejores que nadie, pero ciertamente tampoco somos peores. En eso creo que nos parecemos a los norteamericanos, en el orgullo que sentimos por nuestra nacion, por el lugar donde nacimos y por quienes somos.
Creo que un país no es una masa homogénea de personas, en cada país hay de todo tipo de gente, por lo tanto creo que odiar a todo un país, odiarme a mi sin conocerme, no demuestra mas que falta de cerebro. Y como dice el refrán cubano, "A palabras necias, oídos sordos"

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